Nuestras calles (X): Juan de Malasaña

Nació en 1759, en una familia de padres panaderos y con un par de hijos que fallecieron extremadamente jóvenes. Siendo todavía un niño se desplazaron fuera de Vallecas, sitio al que acabó volviendo años después, tras el fallecimiento de sus padres y después de que su hermano enfermase, en 1772. Finalmente, su hermano falleció.

Ya viviendo en Madrid, junto a la plaza del 2 de Mayo, Juan de Malasaña se acabó casando. De su matrimonio con la madrileña Marcela Oñoro surgió una niña, que sin saberlo, sería como su padre, heroica.

El día 2 de Mayo de 1808, Juan de Malasaña junto a su joven hija y otros vecinos, salieron a combatir y resistir al invasor francés, y el resto es historia. De la figura de Juan y su hija Manuela hay muchas representaciones: pinturas, esculturas, relatos... pues ambos fueron mártires de una lucha que cambió el país y que a día de hoy seguimos celebrando.

Del fallecimiento de la valiente hija hay dos teorías, y es que no se sabe a ciencia cierta cómo murió. La que se cree que es la correcta es que murió el día posterior al combate, detenida y fusilada en plena calle por portar un arma. Sin embargo, aquella sobre la que se han pintado cuadros es la de su muerte en combate, facilitándole pólvora y municiones a su padre y siendo alcanzada por un disparo y muriendo a sus pies.

El pasado graba los nombres de los luchadores para el futuro, igual que se grabaron sus nombres en distintas calles de Madrid. Manuela, en Madrid, y su padre en una plaza del barrio donde nació, Vallecas. Concretamente en Villa de Vallecas.

Esta plaza es conocida, sobre todo, por ser un lugar de agradable paseo y difrute de sus vecinos,con algunos restaurantes, bares y terrazas para pasar una agradable tarde. Pero sobre todo destaca por la Iglesia de San Pedro Ad Víncula, una joya de la arquitectura renacentista en pleno corazón de nuestro barrio, y casualmente el lugar de bautismo de nuestro héroe Juan de Malasaña.