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HÉROES ANÓNIMOS 2: LOS ABUELOS

por Parla el 07/04/2015

​Hace poco os presentábamos a nuestros primeros “HÉROES ANÓNIMOS”, los chicos de la Asociación Juvenil KAPIKÚA, un grupo de voluntarios que dedican su tiempo a organizar actividades para chavales con problemas físicos y psíquicos .Hoy queremos hablaros de esos Héroes que son NUESTROS ABUELOS. Muy pocas veces reparamos en el importante papel que juegan los abuelos y la aportación a nuestra sociedad actual.

​Porque... ¿Quién no conoce a un abuelo que lleva y trae cada día a sus nietos al colegio? ¿O a esa abuela que prepara todos los días la comida para sus niños, con el fin de que sus padres no tengan que asumir el coste del comedor? ¿O esos abuelos que se quedan con sus nietos cuando están enfermos, o en períodos de vacaciones cuando los padres tienen que trabajar?

¿Cuántos de vosotros conocéis a abuelos que, con su pequeña pensión, han ayudado a sus familias para que las necesidades más básicas estuviesen cubiertas? ¿Y esos abuelos que se implican en el cuidado de sus niños cuando una pareja se rompe?

Son muchos… ¿verdad?

Para un abuelo, la relación con su nieto puede ser tremendamente satisfactoria. Pero también convertirse en una responsabilidad que físicamente, les puede pasar factura. Para ese abuelo, su nieto significa

-    Continuidad. Todos los esfuerzos que han realizado durante su vida han merecido la pena. Esos niños representan el futuro.

-    Entrega. Son muchos los abuelos que quizá no han podido disfrutar su papel de “padres”, ya que sus responsabilidades laborales no les permitían pasar con sus hijos tanto tiempo como hubiesen querido. La jubilación les “libera” y disfrutan de su papel de abuelos con verdadera pasión.

-    Ternura y cariño. Llega una edad en la que uno es consciente del paso del tiempo, y tener un nieto es recuperar un poco el tiempo pasado. Suele ocurrir que coincida la crianza de un nieto con la pérdida del compañero/a de toda la vida. Y la relación con sus niños ayuda mucho en este amargo trance.

-    Orgullo.  Un padre siempre mira con orgullo a un hijo, pero también ha de tener una visión crítica y educadora. El abuelo debe de estar libre de esta responsabilidad y disfrutar de su nieto sin demasiadas limitaciones. “A los hijos se les cría; a los nietos, se les malcría”.

Pero… ¿qué representa para el nieto la relación con su abuelo? La aportación y el amor incondicional de los abuelos crean vínculos muy fuertes entre individuos de dos generaciones tan diferentes:

-    Refugio. En numerosas ocasiones en la que se genera un conflicto con los padres, los abuelos son el “paño de lágrimas” de sus niños. Su papel de mediadores en crisis familiares es muy importante, actuando de nexo de unión entre padres e hijos.

-    Experiencia. Escuchar las historias que nos cuentan nuestros abuelos, donde nos relatan sucesos de su vida, nos describen cómo era la vida en unas condiciones completamente diferentes a nuestro día a día. La música que escuchaban, la ropa que vestían, las aventuras que han vivido o los lugares que han visitado…”Hazme la merienda abuela, mientras me cuentas otra vez cómo conociste al abuelo

-    En ocasiones en las que la presencia de los padres es escasa (por cuestiones familiares o de trabajo), los abuelos contribuyen a nuestra formación como adultos, ya que ellos se convierten en  nuestros “modelos” y reproducimos acciones y valores que hemos aprendido de ellos.

Durante los últimos años de crisis, se han sucedido en muchos hogares situaciones complicadas: padres que se han quedado en el paro, ejecuciones de hipotecas por no poder afrontar los pagos,… Y ahí han estado ellos, haciendo  “malabares” con su pensión para que a ninguno de sus niños les hiciera falta lo más esencial. Además, se han implicado directamente en el cuidado de los nietos cuando las necesidades laborales no permitían a sus padres pedir tiempos para conciliar la vida familiar y laboral. Saber que si tú no puedes estar con tu hijo, estará con las personas que mejor le cuidarán: los abuelos.

Hay autores que hablan de la llamada “generación sándwich”. Esos abuelos jóvenes (rondando los 65 años) que se han jubilado de jornadas laborales, pero que ahora viven dedicados al cuidado no sólo de sus nietos, sino también de sus mayores. Esto ha supuesto un verdadero esfuerzo y un quebradero de cabeza para poder llegar a cubrir todas estas necesidades familiares. Una vez más, ellos han sabido organizar sus tiempos para poder compartir con sus nietos momentos que, sin duda, ninguno olvidaremos.

Desde aquí, queremos dedicarles un pequeño homenaje a NUESTROS ABUELOS, por su contribución a la sociedad, por el cariño incondicional y por lo mucho que aprendemos de ellos.

Para vosotros,  abuelos, un abrazo enorme!!