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Carnes procesadas y Seguridad alimentaria en el comercio local.

por Parla el 12/11/2015

​Mucho se ha hablado los últimos días sobre el INFORME EMITIDO POR LA OMS Y REALIZADO POR SU ORGANISMO, EL IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer), sobre el consumo de CARNES PROCESADAS y su relación con el aumento de probabilidad de desarrollar un cáncer colorrectal. Pero… ¿Cuáles son las carnes procesadas? Se meten en el saco desde hamburguesas, salchichas, embutidos (chorizo, salamis, patés, jamón de Jabugo…), carnes ahumadas (bacon, lacón)… y un largo etcétera, sin hacer aclaraciones ni precisar composiciones, aditivos, elaboración (industrial o casera), formas de conservación, envasados…etc. ¿Realmente se puede emitir un juicio tan contundente (y levantar la alarma social) sin publicar el estudio completo (se hará en unos meses)? Como consumidores, vamos a hablar de ello y de la normativa en materia de SANIDAD Y SEGURIDAD ALIMENTARIA que rigen en nuestro país. Bienvenid@!!

​COMER O NO CHORIZO…HE AHÍ LA CUESTIÓN. En la última semana, hemos asistido a un juicio emitido por la OMS y que a los consumidores nos ha dejado un poco perplejos, desorientados y confusos. La emisión de las CONCLUSIONES  de un ESTUDIO desarrollado por el IARC (organismo perteneciente a la OMS) y en el que se concluye que el consumo de carne procesada aumenta el riesgo de desarrollo de un tipo de cáncer. Algo así como “os ofrezco las conclusiones, pero los términos del estudio (muestreo, análisis, datos y evaluación, laboratorios implicados…) ya os los daré…”. ¿Tenemos que creerlo por pura fe, sólo porque lo emite la OMS? Falta de transparencia, coherencia y credibilidad de este organismo internacional.

Los productos que meten en el saco de CARNES PROCESADAS son tan diferentes, con carnes, aditivos, procesos industriales, envasados… tan diferentes, que resulta poco creíble que cada uno de esos alimentos hayan sido estudiados con el rigor necesario como para emitir un juicio tan alarmante y unas conclusiones tan definitivas. Una salchicha alemana nada tiene que ver con un jamón secado en la sierra de Gredos o el chorizo de una matanza casera en Badajoz. Ni los ingredientes, ni los procesos de elaboración, ni los métodos de envasados se parecen como para emitir un juicio tan contundente que afecte a todos ellos por igual y levantar semejante alarma social.

Como consumidores, tenemos las garantías que nos ofrecen nuestros organismos sanitarios (Ministerio de Sanidad, Consejería de Sanidad, Ayuntamientos) y que velan por que la normativa  sanitaria se cumpla. Así mismo, como consumidores, tenemos la obligación de informarnos y solicitar información acerca de los productos que consumimos (en el supermercado, nuestra tienda o el restaurante que elegimos para cenar). Etiquetados correctos, composiciones de alimentos, aditivos y conservantes… Y, sobre todo, procedencia de los productos que consumimos.

Cuestionarse si consumir o no productos procesados, depende de cada uno. Pero es de sentido común que es más importante preguntarse por  el origen de esos alimentos (proveedores, ganaderos), la composición (porcentajes de carne magra, grasa, aditivos, conservantes), el tipo de procedimiento al que han sido sometidos, el método de envasado utilizado o si se mantiene o no la cadena de frio (si es un alimento fresco). No es lo mismo una hamburguesa que viene congelada de EEUU que una que se hace con carne de una ganadería de Ávila o un jamón curado en Teruel. La primera sigue una normativa sanitaria diferente en origen a los productos de procedencia nacional (o de la CEE). En EEUU, por ejemplo, se permite utilizar un gas (CO) para envasar alimentos y disimular la descomposición de la carne (muy perjudicial para la salud). En España y la CEE, esa práctica está prohibida.

El COMERCIO LOCAL te ofrece la CONFIANZA que necesitas a la hora de adquirir tus productos. Solicitar a la persona que está detrás del mostrador toda la  información referente a los productos que muestra en sus expositores y vitrinas, es tarea muy sencilla. No existen casi excedentes, las compras son mucho más ajustadas, para que el producto se renueve constantemente y garantizar así la calidad, frescura y variedad de los alimentos que compras para ti y tu  familia.

Además, los alimentos se muestran de forma TOTALMENTE NATURAL (en vitrinas de fresco, congeladores isotérmicos o, como mucho, envasados al vacío) y dispuestos para que compres LA CANTIDAD QUE TÚ NECESITES. Su servicio marca la diferencia cuando te preparan cada pieza (carne, pescado, embutidos…) exactamente como a ti te gusta o de la mejor manera para que la cocines fácilmente (en filetes,  dados, limpios, troceados…).

Apuesta por los PRODUCTOS DE CALIDAD, LA EXCELENCIA EN EL SERVICIO Y LA CONFIANZA que profesionales como David, Jorge, Gladis, Paco o Rubén te ofrecen en sus establecimientos de MERCADO REAL. Apuesta por el sabor de tu cocina y la salud de toda tu familia.

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