Selecciona tu barrio o ciudad

Busca aquí tus comercios

Nuestras calles (III): Alejandro Humbolt

por N. Romero el 05/08/2015

​Recorriendo el barrio, a veces te encuentras con sorpresas. Existe una calle desde la cuál no se accede a ningún portal de viviendas, ni comercios o locales. Semi-peatonal, con bancos y árboles, y un tramo de aparcamiento en "fondo de saco". Una de las calles desconocidas del PAU, pero existe, damos fe. Es la calle Alejandro Humbolt.

​Perpendicular a la calles Adolfo Marsillach y a la calle María Teresa León, con muy pocos metros de recorrido pero, eso sí, agradable para sentarse en un banco a la sombra de un árbol. Porque poco más que eso podrás hacer aquí. Y no está mal que así sea, encontrarse con reductos sin tráfico donde los vecinos puedan pararse a charlar, los niños a jugar, convivir, en definitiva.

Pero, ¿por qué ese nombre para la calle? ¡Y qué sabemos! Lo único claro es que Alexander Von Humboldt (nombre real y bien escrito) es mucho personaje para tan poca calle. Aunque bien es cierto que tampoco tiene méritos "populares" como para dedicarle una avenida principal. Ni deportista, ni cantaor o bailaor, ni político... simplemente uno de los sabios europeos más grandes del siglo XVIII y XIX.

A este alemán nacido en 1769, se le considera el padre de la Geografía Moderna Universal. Pero sobre todo fue un destacado ilustrado en ciencias o disciplinas como la geografía, astronomía, naturalismo, etnografía, antropología, botánica, zoología, climatología... y un largo etcétera.

Fue un gran viajero, como forma de expandir sus conocimientos y ponerlos posteriormente al servicio de la Humanidad. Destacaron sus viajes por América, estudiando la geografía, botánica, zoología, clima, etnias... Muchas especies botánicas y animales tomaron su nombre; también accidentes geográficos; cuerpos celestes; y se bautizaron ciudades, pueblos, provincias, universidades, monumentos y parques naturales... y una modesta calle del Ensanche. Sin portales, comercios o tráfico; y con un nombre españolizado, o vallecanizado... pero ahí está.

Así que, bienvenido al Ensanche, señor Von Humboldt.

Las cookies recogen información en su navegador web para ofrecerle una mejor experiencia online. Esta web utiliza cookies, si continua navegando consideramos que acepta su uso.    Más información