Kobold, el escaparate de Chamberí

A los escaparates se les conoce como “el vendedor silencioso” y eso bien lo saben Pascal y Fernando, que han sabido transmitir la esencia de Kobold a su escaparate: Un herbolario estiloso  y diferente

Lo primero que llama la atención de Kobold, del local, es el gran  escaparate que da a la calle, y es una de las cosas que nos cuentan, Fernando y Pascal, que más les gustó del local, aunque nunca llegaron a pensar que iban a hacer escaparatismo. “Si teníamos claro, que los productos del herbolario merecían una buena presentación; y poco a poco nos surgió el enseñarlos en el escaparate con un tema, una idea, una estación, etc”, nos cuentan.

Para que un escaparate sea atractivo, debe ser original, contar con productos que llamen la atención y claro está, acorde con la época del año en la que se está. Por eso, para muchos comercios,  es difícil encontrar ideas o inspiración para llamar la atención con un escaparate. A la pregunta de en qué cogen ideas o inspiración para lograr escaparates tan curiosos, nos contestan que se inspiran en muchas cosas, “en las estaciones: hemos hecho escaparates de Navidad, de  otoño, de verano, de primavera…”, y también “en productos específicos de herbolario y sus variedades, como el aloe vera o en los viajes de Pascal, que trabaja también como guía turístico”

Muchos de los que se paran frente al escaparate de Kobold habrán pensado que los productos o elementos que muestra su escaparate son de lo más curioso; tutús de bailarina, peces de colores, globos, todos ellos de gran belleza y originalidad. 

Seguro que muchos se han planteado que ¿De dónde sacan todos esos productos?, les preguntamos: “Los  peces que hay ahora en el escaparate, los Kois son del viaje de Pascal, de Japón; así también las lámparas de Vietnam; las banderas del Tibet; el sari de la India…”

Otros muchos productos los tomaron prestados como fueron las conchas, el tutú de ballet, el monje…y otras cosas las han comprado  específicamente como los cascanueces y las latas de Lebkuchen; los globos; la “bola” de madera.

El escaparate de un comercio es casi siempre el primer contacto que el cliente tiene con la tienda o negocio, y en Kobold lo saben: definen en él su espíritu y la idea de su negocio. En muchos foros que hablan de escaparatismo presentan la importancia que tiene el escaparate como medio de comunicación entre la tienda y el cliente real o potencial. 

Parece que en Kobold ese objetivo lo cumplen satisfactoriamente según nos cuentan a la pregunta de cómo reaccionan los clientes hacia el escaparate: “ La gente reacciona muy bien: se sorprende, nos  felicita, nos pregunta como lo hacemos y en que nos inspiramos, nos alaban...Y es muy participativo!” 

La mejor alabanza que han recibido es que “se podrían dedicar al escaparatismo”, y no es para menos dado el interés, el gusto y el tiempo que dedican a que esté perfecto.

Cada día son más los comercios que le dan más importancia a su escaparate, son más los que saben que un escaparate es la mejor ventana al negocio y que es muy importante llamar la atención del cliente desde antes de su entrada a la tienda.

Pascal y Fernando lo han tenido claro desde que abrieron el herbolario y así nos lo dicen “un escaparate para un comercio le da vida; es una buena tarjeta de  presentación y de invitación a entrar; nos anima a los que estamos dentro…”

  Desde Lo Mejor de Chamberí siempre hemos dicho que los comercios dan color al barrio, y sin escaparates no existiría ese color, esa vida de los barrios. Los escaparates dan alegría al barrio y eso hemos querido preguntar por último, ¿cómo creéis que es de importante para el barrio vuestro escaparate? Y nos contestan que “anima, divierte, distrae, decora…incluso ya crea expectativas para los siguientes”

   Y es verdad, ¡ya estamos deseando saber y ver el próximo escaparate de Kobold!